viernes, 14 de junio de 2013

100 DÍAS





   Cien días ia desde que salí de Málaga. Si fuera un gobierno podría hacer balance. Pero no. No puedo. Por más que lo intento, no puedo hacer balance. Supongo que el problema es que el recorrido aún no ha terminado, que aún no es una cosa cerrada. I porque no dejo de recibir estímulos; de lo que estoi viviendo ahora mismo, de la preparación del próximo destino. Miro hacia atrás i se me confunden los recuerdos, los lugares, las experiencias. A ratos pienso si lo que estoi haciendo tiene algún sentido. O si es necesario que lo tenga. Si he aprendido algo, si he dejado algo bueno en mi camino. I a ratos pienso también en mi futuro, en qué haré, si seré capaz de volver a trabajar, si seré siquiera capaz de volver a ponerme zapatos, después de todo este tiempo “asalvajada”. Un momento pienso que quiero salvar el mundo, o entregar mi vida a una causa justa i al otro sólo quiero darme la buena vida i olvidarme de todo. 

   También pienso en si echaré de menos Asia. Seguro que sí.  Recuerdo que al principio había cosas que me horrorizaban i que ahora no me parecen tan horribles. Cuando veía gente que dormía en su puesto de trabajo, pensaba “Qué horror”. I ahora pienso¿ no es igual de horrible pasar dos horas i media de tu vida entre trenes i tráfico para ir a trabajar cada día i otras tantas para volver? O cuando veía a las mujeres en los mercados con sus bebés durmiendo entre la mercancía. Pero, ¿dejar a tu hijo en la guardería a las siete de la mañana i recogerlo un montón de horas después, o más tarde aún si surge una reunión , no es igual de horrible? 

   Desde luego, estoi segura que algunas cosas no las echaré de menos, a saber: el tráfico, la polución, las uñas tipo fumanchú, la costumbre de echar gargajos.. Ahora que me había aprendido la retahila cuando pido algo en un restaurante: no sugar, no rice, no bread, no potato, no sauce. 

   Con el cambio de continente, siento que se abre una nueva etapa. Supongo que tendrá cosas mejores i cosas peores. De cualquier forma es un reto i un estímulo, i tengo curiosidad por ver cómo se van a desarrollar los acontecimientos, si seré capaz de desenvolverme i salir airosa. En mi última pesadilla recurrente, me veo llevando una bandeja, de camarera, i volcándola sobre un señor gordo con traje que me denuncia i me echan esposada del país. I es que cuando me pregunto de qué podría trabajar, me encuentro tan pocas habilidades: aprenderme letras de canciones, ponerme el pie en la nuca, buscarle forma a las nubes..Soi experta en habilidades inútiles. Aunque algo bueno sí que tengo: se aprender. 
   De todas formas, si puedo, voi a intentar mantenerme en mi propósito de no trabajar durante este año.Io sólo pretendía asomar un poco la nariz i ver mundo. I buscar un sitio donde me apetezca establecerme durante un tiempo. Nada más. Una vuelta de reconocimiento, como en la fórmula 1.
  
   Ahora estoi en Semijak, en Bali, preparando el salto a Australia. Reorganizando mis cosas i adaptando mi equipaje. Ordenar la maleta me recuerda a cuando en casa ordenaba los armarios, aparecen cosas que creía perdidas, no encuentro otras que creía haber guardado, i tengo que deshacerme de algunas que me han acompañado durante todo este tiempo i que ahora ia no tiene sentido conservar. Es curioso todo lo que puede caber sólo en una maleta.

1 comentario:

  1. Los electores y elegibles, los incrédulos, los fatigados y los engañados con su desengaño vienen a opinar que, transcurrido el plazo de gracia de la amable espera,...tu viaje ¡vale la pena¡. Al fin y al cabo la vida menuda es así, lo que debe ocurrir es que no nos damos demasiada cuenta y nos, poco a poco, hacemos blandiblub y nos amojamamos o nos ajamonamos(cada unos elija opción). Saludos multitarea.

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