Como un guerrero tengo el viento a favor
tengo una espada bruñida de sangre y sudor
tengo dos tibias cruzadas sobre un trapo negro.
Ataque o me repliegue siempre tiro de hierro.
Pero tú llegas como un alud, como tromba
que amenaza con anularme por siempre jamás.
De caballero mi código es el honor
y mi palabra vale lo que valgo yo.
Mi escudo de armas dibuja perro sin raza,
olivo moro y arreos de caza.
Pero tú llegas como un fogonazo y proclamas
ser el trueno que mata y ante el que hay que sucumbir.
Lejos, lejos, no se ve el final
algo me arrastra, me dejo arrastrar.
Y he pensado en volver a campo abierto,
en solitario, a pecho descubierto
y evadir la emboscada
que significa tu mirada
el alma en las pupilas
y que todo me dé risa.
Lejos, lejos, no se ve el final
algo me arrastra, me dejo arrastrar.
Lejos, lejos, me dejo arrastrar.
Rosa de los vientos me quieres tragar.
Rosa de los vientos. Los burros
Voy a Hanoi en autobús local.
No son muchas horas y es bastante más barato. Y como ya sé lo que me espera, se hace más llevadero.
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Accidente de tráfico (no me extraña nada) |
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Pedicura de mi compañera de autobús |
Después de una desagradable discusión con un taxista un poco caradura, llego a mi hotel. Está muy bien,
prácticamente al lado del lago Hoan Kien. Pago sólo 13 USD y el personal es
extremadamente amable. No tengo ni chispa de ganas de andar de una agencia a
otra así que decido confiar en mi destino, como decía la galleta de aeroflot, y contratar
con el hotel el tour a Sapa y a Halong Bay. Después de todo, empiezo a pensar
que acertar o no es cuestión de suerte.
Me gusta Hanoi. No sé muy bien
por qué, porque el tráfico es igual de desquiciante que en Saigón, al igual que
el ruido y las multitudes inacabables de
gente. Quizás sea el lago, que desde el primer momento ha ejercido un
magnetismo especial sobre mí. Y como lo tengo tan a mano, me he acostumbrado a darme una vuelta por sus inmediaciones todos los días.
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Lago Hoan Kiem. Hanoi |
Es un lago con leyenda. La
leyenda cuenta que el rey Le Loi estaba pescando en él y una enorme tortuga dorada vino y le entregó
una espada mágica que le ayudó a vencer a los invasores chinos. Tras ganar la guerra, el rey mandó construir la pagoda que se encuentra en el lago para honrar a la tortuga. Algún tiempo más tarde, la tortuga volvió a aparecerse al rey y le exigió que devolviera la espada al
lago. Por eso se llama "la leyenda de la espada restaurada". Cuentos chinos. Este historia me recuerda el primer libro que leí, que se llamaba "Historias de la vieja China".Era muy gordo y yo debía ser muy pequeña, porque recuerdo a mi madre enseñándome a las visitas como un mono de feria "mira la niña, el libro que se está leyendo tan chica". Hace un par de años se me antojó volver a leerlo y me costó mucho encontrarlo, en una librería de viejo.
En medio del lago hay
un islote con una especie de templete, que de noche está iluminado, y se llama
la isla de la tortuga. El lago tiene forma elíptica y en el extremo más cercano
a mi hotel, está la pagoda que tiene una tortuga disecada que dicen que es la
de la leyenda. Está unida a la tierra por un
puente rojo muy bonito. Es domingo y hay multitud de gente retratándose con los
trajes tradicionales y montones de novios haciéndose las fotos de boda. Grupos
de gente haciendo ejercicio, parejitas amarteladas en los banco mirando al
lago, terrazas donde tomar algo y disfrutar de la vista. Un ambientazo. Me gusta.
Últimamente, a veces, me olvido el móvil o la cámara, o ambos, en el hotel. Eso debe ser buena señal, supongo.
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El puente rojo |
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En la pagoda del lago |
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La tortuga disecada que dicen que es la de la leyenda |
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En la pagoda del lago |
Hay también muchos jóvenes
haciendo encuestas. Se ve que debe ser una costumbre nacional, porque ya los
encontré en varias ciudades anteriormente. Yo, si tengo ganas les sigo el
rollo. Cada vez que tengo que escribir mi dirección y mi profesión, no sé que
poner. Me pasa igual cuando me registro en un hotel.
Al día siguiente, un poco de
turismo. Visito el templo de la literatura y la ciudadela. En el templo de la
literatura, montones de jóvenes ataviadas con Ao Dai ellas y traje de chaqueta ellos,
haciéndose fotos como posesos. Pregunto, y me dicen que es la época de las graduaciones y que la costumbre es venir aquí o a otros monumentos de la ciudad ha hacerse fotos de recuerdo.
El templo de la literatura está dedicado a Confucio. Fue la primera
universidad de Vietnam, y para estudiar en ella hacía falta un nivel
extremadamente alto. Los nombres de todos los estudiantes que pasaron por aquí mientras estuvo funcionando están escritos en unas estelas portadas por tortugas. Parece que por aquí son muy veneradas las tortugas.
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La catedral |
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El templo de la Literatura |
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Jóvenes en Ao Dai fotografiándose por su graduación |
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Estelas con los nombres de los estudiantes |
La ciudadela es una extensión
enorme de terreno, dónde se encuentran varias reliquias de antiguas dinastías y de la guerra.Otro montón de chicos haciéndose fotos en todas las poses imaginables. También hay esculturas de madera y unas excavaciones. Hay una especie de museo de la guerra con un montón de cosas pero no consigo que nadie me explique nada.
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peluquería callejera en Hanoi |
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Ciudadela |
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reliquia de la guerra |
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excavaciones en la ciudadela |
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había una exposición de bonsais alucianter, y eso que a mi no me gustan demasiado |
Después de un par de días en
Hanoi, me voy en un tren nocturno hacia Sapa, donde pasaré unos días, con el tour que contraté en el hotel. El tren está
estupendo, todo en maderita y oliendo a gloria. Voy en un vagón para cuatro
personas, así que cruzo los dedos para que las otras literas se queden vacías,
o si eso no es posible, que venga un apuesto desconocido. Ya estaba frotándome
las manos porque no había aparecido nadie, cuando en el último momento
aparecieron no uno, sino tres desconocidos, no muy apuestos, pero tremendamente
simpáticos que me dejaron la mejor litera (aunque no me correspondía) y a la
mañana siguiente me invitaron a desayunar. Me explican que trabajan para una compañía que vende materiales de construcción y bromean sobre que deben ser los únicos de todo el tren que están en él por motivos de trabajo. Uno de ellos, el de la litera
contigua a a mía, me cuenta que son de Malasia, y cuando le comento que yo voy a
ir allí se pone muy contento y me da su tarjeta para que le llame cuando vaya a
Kuala Lumpur(el dice KP). Me cuenta muy entusiasmado que tengo que estar allí
el día cinco de mayo, porque va a haber elecciones y es seguro que ganará la
oposición después de no sé barbaridad de años. Cómo envidio su ilusión y su entusiasmo.
Ahora, eso sí, el tío roncaba que daba gusto.
El tren llega a Lao Cai, y de
ahí, una media hora más o menos en minivan hacia Sapa. Aquí viene mucha gente a
hacer trekking, y está el pico más alto de Vietnam, el monte Fansipan.
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mujeres de la étnia mong en Sapa |
Cuando llego
a Sapa me encuentro que sólo tengo tiempo de tomar una ducha en un hotel que no
es el mío y donde tengo que dejar mi maleta. Vamos directamente a hacer
el trekking que nos lleva a la casa de la familia donde pasaré la noche. La
verdad es que no tenía ni idea porque cuando reservé no me enteré muy bien de
qué estaba reservando. Bueno, no me entero muy bien de nada, en general. Menos
mal que había preparado una bolsa con lo más necesario para el tren nocturno.
Y mi saquito de dormir. El guía, que se llama Dao, nos dice que si tenemos que
coger algo imprescindible de la maleta, medicinas o cosas así. lo hagamos ahora. Yo me acuerdo de
repente y voy a por mi botellita de vino, que previamente había cambiado a una
botella de plástico por aquello del peso. En el grupo somos cuatro, una pareja alemana madre e hijo,
una chica irlandesa y yo. Cuando aparezco con la botella todos sonríen
disimuladamente, y yo digo muy seria que es una medicina.
Sapa es una pequeña ciudad de montaña a unos 350
Km. al norte de Hanoi , cerca de la
frontera con China. Primero visitamos el mercado , que es bastante
diferente de los que he visto hasta ahora, como más "verídico". Y sí, oh Dios, había carne de perro.
Yo tan lista, siempre decía que con hambre se come todo y que yo comería
cualquier cosa si tuviera hambre suficiente y no hubiera más remedio. Pero cuando
vi aquello, las cuatro patitas del perro muy cuidadosamente colocadas para que se
sepa de qué animal es la carne, me vine abajo por completo. De verdad no
pensaba que me iba a afectar de esa manera. Aún ahora me tiemblan las manos
cuando lo escribo. Me acordé de todos los perros de mi vida, aunque ninguno
haya sido mío en realidad. Fue muy desagradable.
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brotes de bambú |
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Pollos en el mercado de Sapa |
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No sé por qué nos afecta más un perro que un pollo, que también son criaturitas del señor. Pero así es |
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La comitiva camino de la aldea |
En el pueblo
hay montones de mujeres ataviadas con los trajes típicos de la etnia a la que
pertenecen. Hay cinco etnias diferentes: Mong,Dao,Tay,Zay y Giay. Sí, parece un
trabalenguas, y parece ser que es bastante fácil distinguirlas por su indumentaria, pero yo me hago un lío todo el tiempo y pregunto a Dao constantemente. No me aclaro. Unas, creo que son las dao, llevan sombreros o pañuelos rojos
en la cabeza, otras visten de azul oscuro, color que consiguen de las
plantaciones de índigo que vemos luego en el camino. Hay unas que me hacen mucha
gracia porque llevan en el pelo un peine incrustado, como si fuera una peineta,
y unos bordados preciosos en las mangas. Otras más, llevan el cuello de la camisa
cruzado sobre el pecho.
En cuanto nos
ponemos a caminar, cuatro o cinco mujeres de la etnia mong, a la que pertenece
la aldea a donde nos dirigimos, se nos pegan y se ponen a caminar con nosotros.
Le preguntamos a Dao que qué quieren, porque aparentemente no venden nada, y
nos dicen que sólo quieren practicar su inglés y que al llegar las invitemos a
comer. Son muy simpáticas y cuando el camino empieza a ponerse difícil, nos
fueron de gran ayuda. Yo al principio me resistía a que me ayudaran pero a
final claudiqué.
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Bambú |
El camino es
complicado, pero los paisajes son soberbios. Las montañas de Sapa están completamente
trabajadas en bancales, una ingeniosa solución para el cultivo de arroz en la ladera de las montañas. Los habitantes, que procedían del sur de China, construyeron las terrazas cortando en horizontal la ladera de forma que el agua
se mantuviera estancada como el arroz necesita para ser cultivado. Eso ya lo
sabía yo de la albufera valenciana. Evidentemente, el objetivo de estos bancales
es eminentemente práctico, pero el resultado estético es impresionante.
Subimos y
bajamos por caminos cada vez más escarpados. Yo me pregunto qué clase de
trekking he contratado. A lo mejor fui un poco fanfarrona con Tracy, la chica del hotel y le dije que estaba en buena forma. No me acuerdo. Ha estado lloviendo el día antes y hay mucho barro.Algunas zonas están muy resbaladizas. Después de varias horas de camino, me
trago mi orgullo y me dejo ayudar sin rechistar por las mujeres del pueblo o por Dao, el guía.
Llegamos por
fin a una aldea donde comemos. Aquí es donde nuestras amables sherpas nos acosan, aunque de forma leve, para que compremos artículos de artesanía.
No soy solo yo la que no sabe muy bien a dónde
vamos. Therese, la chica irlandesa y los
alemanes tampoco saben de qué va la cosa. Todos creemos que la aldea
dónde estamos comiendo es el destino final, pero cuando Dao aparece y nos dice
que tenemos que proseguir el camino, nos damos cuenta de nuestro error. Todos
nos levantamos resignados sin muchas ganas de preguntar cuánto queda para
llegar.
El camino parece no acabar. menos mal que al menos no llueve y no hace calor. Pasamos por algunas aldeas, visitamos sus escuelas, nos muestras como hacen sus artesanías.
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Escuela en una aldea de Sapa |
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Qué modositos¡ |
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Con este sistema impermeabilizan la ropa |
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ingenio para hacer harina de arroz |
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Así pasa el agua de un bancal a otro |
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Homestay en la aldea |
Después de
cruzar varios ríos, y subir y bajar laderas un sinfín de veces, por fin llegamos a la
casa de la familia que nos va a alojar. Son muy amables, nada que ver con la
anterior experiencia en Kratie, y aunque tampoco hablan inglés, tenemos a Dao
que hace de traductor y esto facilita enormemente la comunicación.
Yo observo que de cuando en cuando, nuestro anfitrión lanza insectos muerto hacia el tejado de la casa. Pregunto curiosa por tan extraña costumbre y me explica, más por señas que otra cosa, que hay un nido en una viga y que eso es buena suerte para la casa. Están rallaos aquí con eso de la suerte, oye. Loa cuarios dan suerte, lo nidos dan suerte.Todo es luky, luky.
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Nido en una viga de la casa |
Después de
una buena ducha, nos preparan una cena pantagruélica y exquisita. Creo
que la mejor comida que he tomado en todo este tiempo en Vietnam. Toda la
familia se sienta con nosotros. Los hijos son mayores, sólo uno está
casado y también vive en la casa con su mujer. No hay ningún niño pequeño. Son
muy simpáticos. Dao nos explica que todos viven de la parcela de tierra
que rodea la casa y de los ingresos que obtienen como homestay. Se ve que les debe ir bastante bien, porque están haciendo
obras para ampliarla. En medio de la comida, sacan unos vasitos diminutos y una
botella de vino de arroz y nos invitan a beber. Brindamos una y otra vez en
todos los idiomas que se nos ocurren. El vino de arroz no está muy bueno, pero
al cuarto o quinto casi da igual. Yo no hago más que poner el vaso boca abajo,
pero Dao lo levanta diciéndome cada vez “el último, el último¡¡”. Acabamos
un poco piripis, claro.
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Cena en la homestay |
Todos se
van a dormir y nos quedamos Sebastian, el chico alemán, Therese, la chica irlandesa
y yo. Hace una noche maravillosa y aunque estamos cansados, no tenemos ganas de
acostarnos aún. Saco el vino chileno que traje desde Sapa y lo compartimos mientras
conversamos y miramos las estrellas. Un alemán, una irlandesa y una española,
arreglando el mundo bajo el cielo vietnamita. No está mal.
A la mañana
siguiente, después de una efusiva despedida de nuestra familia anfitriona, y
con un dolor de cabeza tremendo, seguimos la ruta circular que nos devolverá a
Sapa.
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El grupo y la familia que nos acogió |
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Destilando vino de arroz para emborrachar viajeras incautas |
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No usan maquinaria. Sólo hace tres o cuatro años han empezado a usar pequeñas máquinas de roturar |
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Curioso souvenir |
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Atención al calzado de la maestra |
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No me canso de fotografiar losbancales |
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Aquí todos los tréboles tiene cuatro hojas. Luky, luky¡ |
Hoy
atravesamos un interminable bosque de bambú, muy bonito pero terriblemente
escarpado. Continuamente resbalamos y Dao nos grita todo el tiempo “Hold the bamboo, hold the bamboo¡¡¡(sujetáos al bambú¡¡). Este es uno de esos momentos, creo sinceramente que el
primero desde que salí de casa, en que me he preguntado “¿Pero qué coño hago yo
aquí? Con lo a gusto que estaría yo tumbada en una playita o sentada en un
terraza¡".
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Therese y yo fingiendo que nos divertimos |
Lo peor ha sido mientras intentas conservar alguna parte de tu cuerpo
libre de barro. Sobre todo los pies. Una vez que estás completamente cubierta y
con los dos pies encharcados, el camino se hace bastante más sencillo, porque
ya te da igual si te metes en los charcos. Sólo hay que intantar no mirar el precipicio y ya está.
Disfrutamos paisajes, atravesamos
aldeas, visitamos escuelas. Subimos y bajamos. Subimos y bajamos. Y por fin llegamos a Sapa. Los miembros del grupo
nos despedimos y yo me encamino hacia mi hotel con Dao y mi maleta ( qué gusto
volver a verla¡) en una moto.
Me mosqueo un
poco, porque el hotel no es el que he contratado, pero me dicen que está lleno.
Yo no lo entiendo, pero como el nuevo no está mal y tengo unas vistas preciosas,
tampoco me resisto mucho.No estoy por discutir.
Cenita y
paseo nocturno por la ciudad. Hay montones de tiendas con imitaciones de ropa
de montaña de marca. Es prácticamente inevitable que se te pegue alguna de las
mujeres de las minorías, pero una vez que lo asumes, no resulta demasiado
incomodo. No son pesadas y pueden resultar tremendamente simpáticas. Esa noche
se me acercó una de la etnia mong,Cho era su nombre, que hablaba bastante bien inglés. Me estuvo
contando sobre sus costumbres a la hora de casarse, sobre su familia. Se casan jovencísimas, y aunque los matrimonios son acordados, me dice que si la chica no quiere, no se celebra la boda. Todas
prácticamente aprenden inglés de los turistas y la mayoría te puede chapurrear
unas palabras en un montón de idiomas. Le pregunto qué hacían antes de que
llegaran los turistas y me dice que cultivar los campos de arroz y cuidar de la
casa y los hijos. Es una sociedad claramente matriarcal, las mujeres están por
todas partes y se nota que llevan la batuta en todo prácticamente. Yo estoy por inventarme una historia acerca de mi, porque aquí todo el mundo se pone muy triste cuando digo que estoy divorciada y que no tengo hijos. Cho parece desolada y me dice que en su aldea puedo encontrar un buen marido,.Le digo que en otro momento.
La excursión
del día siguiente fue un fiasco. Dao me había prometido que sería bastante
suave, porque estoy hecha polvo, pero resulta un poco decepcionante. Vamos con
una pareja de israelitas que parece que lo quieren comprar todo antes de salir
del pueblo. Dao y yo nos miramos y nos sentamos a esperarles sonriéndonos con
resignación.Visitamos una cascada que no es nada del otro mundo y luego subimos
a una montaña. Lo peor fue a la vuelta que nos metieron en un espectáculo
folclórico que era bastante pestiño.
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Cascada en Sapa |
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Accidente de minivan. si es que van como locos¡ |
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Galería de arte en Sapa |
Vuelta a Sapa
y a coger el tren nocturno de regreso a Hanoi. Esta vez no tengo tanta suerte y
tengo que dormir en la litera de arriba.Y al lado, un jovencito que no paraba de
hablar por teléfono a grito pelao.
Llego a Hanoi
sobre las 5.30 de la mañana. Tengo tiempo sólo para una ducha y
desayunar,porque en un rato parto hacia la Bahía de Halóng. Prometo que la
próxima vez que contrate algo voy a poner más atención. Pero ahora ya no tiene
remedio.
Me dicen si no me importa ducharme en una habitación que aún no está del todo arreglada. Voy a verla y me parece bien, porque el baño está limpio. Y, claro, mientras me arreglo no puedo evitar jugar un ratito a mi antiguo juego de adivinar. Pareja de mediana edad. Ella fuma. Educados. Asiáticos, pero de otro país. Y así todo el tiempo mientras me arreglo y me ducho.No lo puedo evitar.
La minivan está llena de gringitos veinteañeros que no paran de gritar
y reír. Espero que no vayan a mi mismo barco. Pero mis temores se materializan cuando veo que todo el grupo de la minivan vamos al mismo destino. Menos mal que va también una chica española muy mona y muy simpática, Lorena, que me cuenta que está trabajando en Vietnam durante dos meses. Es de Valladolid.
Por lo menos puedo entenderme bien con alguien¡
Já, amenizado con la música de fondo de los burros mira que me leo y releo el blog y no hallo el cultivo de arroz en bancales en la albufera...pues aquello es llano por castigo, pero sería interesante llevar el ejemplo de agricultores viet, lo maduraré. Menos mal que el buscador no me remite al bumbury con aquello del viento a favor, si no sería para cortarse las patillas y salir corriendo con los...jaja, menos mal. Interesante la zona del delta, sí.Y que te diviertas a rabiar. Pero practica englisch, porfa, los giros tontorrones es donde mas se aprende, el inglés callejero. Un saludo de aquellos que te quieren.
ResponderEliminarAl leer la letra de la canción inevitablemente me suena ese ritmo intenso que la acompaña, es una de mis canciones favoritas.
ResponderEliminarLo q cuentas es increíble, q valiente eres!
Cuídate!
Besos nos vemos en el wasa.
Ch.
De repente empiezo a acordarme contínuamente de una canción y no se me va de la cabeza. A veces tiene explicación, a veces no.
EliminarY lo del perro realmente es impresionante, a los pollos q les hacen para tener las patas tan tiesas?
ResponderEliminarCh.
Igual esperan a que estiren la pata
ResponderEliminarTe has puesto mas blanca con los potingues que te comprastes .
ResponderEliminarse te ve muy guapa .
Espe